Minimizar riesgos: El rol estratégico de Deal Advisory en las transacciones

Para la mayoría de los empresarios, la decisión de vender su compañía representa el momento más determinante de su trayectoria profesional. No se trata únicamente de una transacción económica o de un cambio en la estructura de propiedad, sino de un hito que implica traspasar a un tercero el resultado de años —y en muchos casos décadas— de trabajo, esfuerzo y visión empresarial. Es, en esencia, un proceso donde se juega no solo la valoración financiera del activo más relevante del empresario, sino también su legado, reputación y aporte a la sociedad desde su experiencia.

En un entorno cada vez más competitivo, regulado y con inversionistas cada vez más sofisticados, vender sin preparación se traduce en asumir riesgos innecesarios, perder control sobre la narrativa de la negociación y exponerse a descuentos de precio que, en muchos casos, podrían prevenirse con una asesoría profesional y, sobre todo, oportuna.

El acompañamiento de Deal Advisory es esencial: ya que sería asesorado por profesionales que, a través de su experiencia y equipo multidisciplinario, guiarán en el proceso, administrarán los tiempos y ayudarán al empresario a maximizar el valor de su compañía. Adicionalmente serán sus aliados para obtener el máximo y mejor beneficio al trabajo de toda su vida.
 

La preparación como pilar del éxito

Es común que los vendedores subestimen la importancia de una preparación adecuada cuando enfrentan por primera vez un proceso transaccional. Con frecuencia los vendedores no llegan a dimensionar el valor real de su negocio, ya sea por falta de experiencia o por presión de los potenciales compradores —que suelen prometer procesos transaccionales ligeros y rápidos— sin considerar las posibles consecuencias de tomar decisiones sin suficiente información. Muchas veces esto puede llevarlos a tomar una decisión de venta con premura y sin una planificación estructurada, exponiendo al empresario a situaciones que debilitan su posición negociadora.

En toda transacción, el comprador llevará a cabo una debida diligencia para validar la veracidad de la información utilizada para preparar su oferta. Estas abarcan aspectos financieros, legales, fiscales, regulatorios y operativos. El objetivo es conciliar los registros reales con lo proyectado; cualquier discrepancia deberá subsanarse, ya sea mediante ajustes al precio o planes de mitigación de riesgos.

Para el vendedor, contar con una adecuada asesoría y preparación previa resulta clave, ya que esto le permite: 
  • Anticipar discrepancias o contingencias
  • Evitar sorpresas
  • Llegar con una posición más sólida a la negociación
  • Enfrentar el proceso con claridad sobre los riesgos y cómo negociarlos, en los casos en que la mitigación previa no sea viable.
Estratégicamente, lo primordial es que el vendedor cuente con la asesoría de una firma de Deal Advisory o Banca de Inversión. Ante la incertidumbre sobre la consistencia de la información o la existencia de contingencias, lo adecuado es apoyarse en un equipo asesor para realizar un vendor due diligence o debida diligencia preventiva. El objetivo no es eliminar riesgos —algo imposible en cualquier transacción— sino identificarlos, diagnosticarlos, priorizarlos y diseñar planes de mitigación. Así, el vendedor entra al proceso preparado, sin sorpresas, con una posición de negociación más sólida y con claridad sobre cómo y cuándo revelar dicha información en los mejores términos.
 

El impacto del orden en la valoración

El mercado premia la certeza. Una empresa bien asesorada, con procesos ordenados, información validada y contratos actualizados transmite confianza y reduce la percepción de riesgo. En finanzas, menos riesgo significa mayor valor. Ya que las valoraciones suelen expresarse en rangos, la posición final dependerá en gran medida de la calidad y consistencia de la información. Cuando no existe una debida diligencia preventiva, la incertidumbre obliga al comprador a aplicar salvaguardas o descuentos precautorios, empujando la valoración hacia el límite inferior. En cambio, una preparación adecuada fortalece la posición del vendedor y maximiza las probabilidades de alcanzar el límite superior del rango.

La debida diligencia preventiva no solo protege el valor de la transacción, también es una herramienta multiplicadora de valor. Con el acompañamiento de asesores especializados, el vendedor anticipa riesgos, ordena la información y gestiona la narrativa del proceso, transmitiendo confianza y profesionalismo. Esto se traduce en menores incertidumbres, mayor eficiencia en tiempos y costos, y un posicionamiento sólido para negociar en la parte alta del rango de valoración. En definitiva, la asesoría adecuada y la preparación rigurosa maximizan las probabilidades de éxito y fortalecen tanto el valor de la transacción como la reputación del empresario.
 

El verdadero valor del asesor en Deal Advisory

El rol del profesional en Deal Advisory va mucho más allá de revisar información o coordinar reuniones. Es un socio estratégico que permite al empresario abstraerse del proceso y confiar en profesionales con años de experiencia que actúan de forma objetiva y en defensa de sus mejores intereses. Aporta coordinación multidisciplinaria, define la estrategia de revelación de información, asegura que la valoración refleje tanto resultados históricos como el potencial futuro, y convierte riesgos en aspectos gestionados para evitar descuentos de última hora. Además, su experiencia en cientos de transacciones le permite anticipar movimientos naturales del proceso y manejar los tiempos de forma precisa. La asesoría de profesionales en Deal Advisory se convierte en una inversión estratégica que potencia resultados, minimiza riesgos y maximiza las probabilidades de un cierre exitoso.
 

En BDO, ayudamos a las organizaciones a tomar decisiones acertadas e informadas. Si su empresa está lista para contar con asesoría experta, contáctenos.